
¿Qué es un administrador concursal?
El administrador concursal es un profesional designado por el juez para supervisar el concurso de acreedores. Su función principal es analizar la situación de insolvencia del concursado y llevar a cabo tareas de gestión y administración de su patrimonio en beneficio de todas las partes involucradas, esto es, tanto el deudor como los acreedores. No obstante, esto no se debe entender como que está al servicio de estas partes, sino que se trata una figura neutral e imparcial que aboga por el buen desarrollo del procedimiento y para maximizar el beneficio de todos los implicados.
¿Cómo ser administrador concursal?
Para poder inscribirse en las listas de administradores concursales, debe tenerse una experiencia mínima de cinco años como abogado, economista, titulado mercantil o auditor, con formación especializada en Derecho Concursal.
¿Cuándo se nombra al administrador concursal?
El administrador concursal se nombra en todos los procedimientos concursales, a excepción de en los concursos sin masa (esto es, cuando el concursado no tiene bienes ni derechos con los que satisfacer las deudas), en los que, para que el juez proceda a su nombramiento, deberán solicitarlo previamente los acreedores que representen, como mínimo, el cinco por ciento del pasivo.
¿Qué hace el administrador concursal?
En rasgos generales, las funciones del administrador son:
- Comunicar la declaración de concurso a los acreedores para que procedan a la comunicación de sus créditos.
- Elaborar un informe relativo a la situación patrimonial del concursado, a sus decisiones como administración concursal y a las circunstancias relevantes para la tramitación del concurso.
- Elaborar un listado de acreedores y un inventario de la masa activa del deudor.
- Llevar a cabo las operaciones de liquidación de la masa activa del deudor para posteriormente proceder al pago de los créditos pendientes.
- Elaborar el informe de calificación del concurso en atención a las decisiones del deudor anteriores y posteriores a la declaración de concurso.
- Respecto a las facultades de administración y disposición de los bienes por parte del deudor, el juez puede declarar el concurso permitiendo que éste conserve dichas facultades y el administrador concursal se limite a supervisarlas, o puede declarar el concurso con suspensión de tales facultades, siendo el administrador el encargado de gestionar el patrimonio del concursado.
Por otro lado, en los concursos sin masa, el administrador se nombra para que emita un informe sobre si existen indicios de que el deudor ha realizado actos perjudiciales para la masa activa (el conjunto de sus bienes y derechos), como puede ser la salida fraudulenta de bienes, o si existen indicios para calificar el concurso culpable.
¿Quién paga al administrador concursal?
El pago del administrador concursal depende de la naturaleza del procedimiento concursal y del estado de la empresa en concurso. En términos generales, el pago se realiza con cargo a la masa activa del concurso, es decir, con los bienes y activos disponibles de la empresa concursada. Sin embargo, existen diferentes escenarios que pueden afectar la forma de remuneración:
- Empresas con suficiente patrimonio: Si la empresa en concurso cuenta con activos suficientes, el administrador concursal cobra su retribución directamente de estos recursos.
- Empresas sin activos suficientes: En estos casos, el juez puede decidir una reducción de honorarios o incluso la gratuidad del servicio si no hay recursos para afrontar el pago.
- Casos de insuficiencia de masa: Cuando no hay bienes suficientes, los acreedores o incluso el Estado pueden asumir ciertos costes en función de la normativa vigente.
El juzgado mercantil que supervisa el concurso de acreedores es quien determina el modo y la cuantía del pago, garantizando la transparencia y la equidad en el proceso.
¿Cuánto cobra un administrador concursal?
El salario del administrador concursal varía en función de la complejidad del concurso y de los activos de la empresa en proceso de insolvencia. La remuneración está regulada por la Ley Concursal y se calcula conforme a un baremo establecido por el juzgado. Los factores que influyen en su retribución incluyen:
- Tamaño y activos de la empresa concursada: A mayor volumen de activos, mayor puede ser la retribución del administrador.
- Fases del procedimiento: Si el concurso se extiende a fases de liquidación, los honorarios pueden ajustarse.
- Dedicación y tareas realizadas: La gestión del concurso puede implicar asesoramiento legal, supervisión de operaciones y elaboración de informes financieros, lo que impacta en la remuneración.
En términos generales, la remuneración de un administrador concursal puede oscilar entre 5.000 y 50.000 euros, aunque en casos de concursos de gran envergadura la cifra puede ser aún mayor. En situaciones donde la empresa no tenga suficiente masa activa para cubrir estos honorarios, la justicia puede aplicar reducciones o incluso declarar la gratuidad del servicio.
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