¿En qué situación tengo que estar para acogerme a la Ley de La Segunda Oportunidad?

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En un pequeño municipio español, Ana, de 39 años, se enfrentaba a una situación económica insostenible. Con una deuda de 40.000 euros y sin bienes que le permitieran responder a sus acreedores, sentía que cada día era una batalla perdida. Tras años de agobio financiero y mental, Ana decidió acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad, un mecanismo jurídico diseñado para ofrecer una salida a personas físicas asfixiadas por deudas que no pueden pagar.

Ana trabajaba como autónoma en el sector de la hostelería. Durante la pandemia, su pequeño negocio cerró, y los ingresos que hasta entonces habían sido suficientes para cubrir sus préstamos personales y gastos cotidianos, desaparecieron. Pronto, los intereses y penalizaciones se convirtieron en una carga imposible.

Sin empleo estable y sin propiedades, Ana intentó negociar con sus acreedores, pero las entidades financieras no ofrecían soluciones viables. Al borde del colapso emocional, un amigo le habló de la Ley de Segunda Oportunidad. Decidida a recuperar el control de su vida, buscó asesoramiento jurídico y encontró a QUITATUDEUDA.

Ana, tras contactar con nosotros, inició el procedimiento en enero de 2024. Contó con el apoyo de un abogado especializado en la Ley de Segunda Oportunidad, quien le explicó el proceso.

Ana se declaró en concurso de acreedores. En este punto, se acreditó entre otras cosas que:

  • Ana actuó de buena fe: no había cometido fraude ni ocultado bienes.
  • No tenía antecedentes penales relacionados con delitos económicos.
  • Sus ingresos no permitían afrontar las deudas, ni ahora ni a corto plazo.

El juez evaluó su caso y, tras verificar que no existían bienes embargables, concedió la Exoneración del Pasivo Insatisfecho (EPI) a finales de año. Esto significó que todas sus deudas pendientes, incluidos los intereses, quedaron canceladas de manera definitiva.

Ana describe el momento de la resolución como «volver a respirar”. La exoneración le permitió dejar atrás un pasado lleno de angustias y comenzar de nuevo, esta vez con una base sólida y la esperanza de reconstruir su vida financiera.

Casos como el de Ana son un ejemplo del impacto transformador de la Ley de Segunda Oportunidad. Esta herramienta legal no solo libera a las personas de una carga económica insostenible, sino que también les da la posibilidad de reintegrarse plenamente a la sociedad.

Si tienes cualquier otra duda o consulta, puedes consultarnos de forma totalmente gratuita solicitando una cita o bien a través de teléfono 696 307 446 o página web

Un artículo de: Ines Santolaria

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